Tanto lloré que me quedé sin lágrimas y aún así no podía parar.
Entonces lloré las estrellas del cielo, la Luna y el Sol.
Y así se quedó oscuro mi corazón.
Las más bellas estupideces jamás contadas
Cuentos, relatos y artículos de fantasía
Tanto lloré que me quedé sin lágrimas y aún así no podía parar.
Entonces lloré las estrellas del cielo, la Luna y el Sol.
Y así se quedó oscuro mi corazón.