Nunca confíes en un escritor

Nunca confíes en un escritor porque siempre vivirá atrapado en un mundo de fábulas e intrigas. Porque la realidad nunca será tan interesante como la que puede construir antes de irse a la cama. Porque te ofrecerá silencios mientras que en su cabeza mantiene diálogos con personajes a los que no te ha presentado. Nunca confíes en un escritor porque vive para inventar, inventar ilusiones, alegrías, enfados y excusas. Y sobretodo, nunca confíes en un escritor porque le encantan las historias de perdedores.