Buscamos la calma cuando nos cansamos de ser furia.
Pero siempre volvemos a nuestro ser porque no podemos hablar con una voz prestada.
Las más bellas estupideces jamás contadas
Cuentos, relatos y artículos de fantasía
Buscamos la calma cuando nos cansamos de ser furia.
Pero siempre volvemos a nuestro ser porque no podemos hablar con una voz prestada.
Pensaba que su serenidad era imperturbable, la calma hecha persona, hasta que descubrió que se trataba de la calma antes de la tempestad y entonces entendió por qué siempre sonreía cuando el primer trueno anunciaba la tormenta.