Anhelamos lo que no podemos

¿Por qué no podemos evitar mirar al cielo y admirarnos con aquello que no nos pertenece? Porque sabemos que aunque lo anhelemos no lo podremos tocar. Por muy alto que subamos, las nubes nunca serán nuestro reino. Y extrañamos lo que nunca hemos tenido.

Lloré todo el cielo

Tanto lloré que me quedé sin lágrimas y entonces lloré las estrellas del cielo, la Luna y el Sol.
Galaxias corriendo por mis mejillas.
Y así se quedó oscuro mi corazón.