A la deriva en un mar vacío, sin olas que nos arrastren hasta la orilla.
Refugio de rémoras huérfanas de tiburones.
Costra de sal; carcasa de huesos quebradizos blanqueados al sol; supervivientes del tiempo.
A la deriva, maderas ahogadas que se salvaron del fuego.
A la deriva en un mar airado, esperando encontrar la orilla adecuada.