No os gastéis todo el oro que os debe acompañar a la tumba. Y que su brillo ciegue a quienes busquen vuestro corazón.
Las más bellas estupideces jamás contadas
Cuentos, relatos y artículos de fantasía
No os gastéis todo el oro que os debe acompañar a la tumba. Y que su brillo ciegue a quienes busquen vuestro corazón.