A veces las inseguridades se desvanecen al amanecer, como monstruos que son solos sombras proyectadas en el corazón. Ten siempre una linterna a mano y recuerda que hasta los gigantes pueden ser sólo molinos.
Las más bellas estupideces jamás contadas
Cuentos, relatos y artículos de fantasía
A veces las inseguridades se desvanecen al amanecer, como monstruos que son solos sombras proyectadas en el corazón. Ten siempre una linterna a mano y recuerda que hasta los gigantes pueden ser sólo molinos.