Atrapar la luz con las manos

Se le escapaban entre los dedos las fuerzas, los sueños, las ganas.

Cerraba la mano en un puño apretado, pero apenas conseguía retener las alegrías, las energías.

Se le escapaban entre los dedos las oportunidades que no volvían, la vida que no vivía, los gritos que no gritaba, las lágrimas que no derramaba.

Cerraba la mano en un puño apretado, pero apenas conseguía retener los segundos que corrían hasta convertirse en años en los que no pasaba nada.

Como intentar atrapar la luz con las manos, al igual que los rayos de sol, se le escapaban los futuros entre los dedos y al abrirlos sólo quedaban motas de polvo que se asentaban en la superficie de su rutina.

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