Pensaba que su serenidad era imperturbable, la calma hecha persona, hasta que descubrió que se trataba de la calma antes de la tempestad y entonces entendió por qué siempre sonreía cuando el primer trueno anunciaba la tormenta.
Las más bellas estupideces jamás contadas
Cuentos, relatos y artículos de fantasía
Pensaba que su serenidad era imperturbable, la calma hecha persona, hasta que descubrió que se trataba de la calma antes de la tempestad y entonces entendió por qué siempre sonreía cuando el primer trueno anunciaba la tormenta.