No me gusta quitar las telarañas de los rincones porque son una casa, pero no sé qué hacer con el polvo que se queda atrapado en los haces de luz que entran por la ventana. A lo mejor si llueve se lleva la suciedad que mancha la calma.
Las más bellas estupideces jamás contadas
Cuentos, relatos y artículos de fantasía
No me gusta quitar las telarañas de los rincones porque son una casa, pero no sé qué hacer con el polvo que se queda atrapado en los haces de luz que entran por la ventana. A lo mejor si llueve se lleva la suciedad que mancha la calma.