Al marchar, la vieja sensación de pérdida, de no ganar, de dejar algo atrás. El mismo sentimiento que se difumina como neblina pero nunca se va. Somos los caminos que nos quedan por andar, anhelando siempre la estela que dejamos atrás.
Las más bellas estupideces jamás contadas
Cuentos, relatos y artículos de fantasía
Al marchar, la vieja sensación de pérdida, de no ganar, de dejar algo atrás. El mismo sentimiento que se difumina como neblina pero nunca se va. Somos los caminos que nos quedan por andar, anhelando siempre la estela que dejamos atrás.