¿Cómo llamas a ese momento en el que las lágrimas se amontonan en los ojos justo antes de caer rodando por la mejilla?
¿Cómo llamas a ese dolor de garganta justo antes de llorar?
¿Cómo llamas a esa sonrisa vacía que te pones por las mañanas como si fuese pintalabios?
A todo eso le llamo por tu nombre, pues lo llevas por bandera; pero no te preocupes que algún día derribaré ese estandarte, imperios más grandes han caído.
Inventaré un nombre para las lágrimas, el dolor y la sonrisa hueca y así tu nombre no cargará con ese peso nunca más.