Quizá el verano sea confundir al vuelo golondrinas con vencejos, sopor y añoranza
Los murciélagos son para las tardes de verano
Sueño con medusas y el amanecer en la playa porque hace tiempo que agosto no es playa ni verano de verdad, si acaso agua estancada y anhelos de viento frío y humo. Al menos me quedan los murciélagos volando al atardecer que cuento como si fuesen estrellas fugaces antes de echarlos de menos.
Tormenta de verano
Nos gusta el verano porque llevamos la tormenta dentro y es entonces cuando estalla con más fuerza, cuando nadie la espera pero todos la desean.
Junio
Junio.
La promesa de lo que nos espera, días de sol y sombras largas, el olor en el aire de unas vacaciones que nunca vuelven a ser las mismas que las que recordamos; los veranos nunca son tan largos como en la niñez.
La mitad, lo que dejamos atrás y lo que tenemos por delante.
Junio, no tengas prisa por marcharte.